Modern Life Is Rubbish (1993): la búsqueda de un nuevo Pop
Damon Albarn lo tenía claro, Leisure (1991, Food) era “horrible” en sus propias palabras. El líder de Blur quería olvidarse de ese trabajo y dar a la banda un cambio, si bien no radical, sí necesario. Para ello se va a inspirar en la tradición del pop británico con grandes nombres como referentes, Paul Weller y Ray Davies, dos músicos a los que el de Colchester debe gran parte de su formación inicial, en especial al cantante de The Kinks.
De esta manera recoge el guante de las letras sociales y costumbristas de Davies y el pop de varios grupos, entre los que se encuentran The Jam, The Who, los mencionados Kinks y sobre todo, los Small Faces. Para todo esto hacía falta un productor diferente a cualquiera de los anteriores que se pasaron por la grabación de Leisure. Blur quiere trabajar con Andy Patridge de XTC y Food Records se lo consigue.
Pero el problema viene en las sesiones de estudio, que fueron calificadas por el propio Alex James como “desastrosas”. La banda graba cuatro temas pero al final acaban por volver a llamar a Stephen Street, aunque las condiciones son claras: nada del sonido anterior, estaban buscando reformular el pop británico de ese momento. Esta maniobra no gusta nada a su discográfica, que les llega a pedir que incluyan singles más comerciales, a lo que Blur responde con ‘For Tomorrow’ mientras que a su sello estadounidense. SBK, tampoco le gusta lo escuchado y les propone volver a grabar el álbum con el productor Butch Vig (Nirvana), para seguir explotando el filón del grunge. Frente a esta locura, a la cual se niegan, les dan otro nuevo tema: ‘Chemical World’.
Modern Life Is Rubbish es publicado el 10 de mayo de 1993, precedido de un puesto 28 de ‘For Tomorrow’, y alcanzó rápidamente el puesto 15 en la lista de álbumes británicos. Lo que había sido considerado por Food como un auténtico suicidio musical resultaba ser un éxito. Los dos temas pedidos acaban siendo dos de los mejores del álbum, en especial la ironía de ‘For Tomorrow’, un auténtico himno, pero no resultan ser los únicos.